Ya mismo llega a su fin el período estival y la naturaleza prepara el otoño para reciclarse.
Pasadas las vacaciones, entre reencuentros, asoman nuevos propósitos, anticipaciones para seguir viviendo. Así, todos los años. Lo viejo convive con lo nuevo. La piel se nos muda.
¿Y qué relación guarda lo venidero con este blog?
En mi caso, se trata de sueños, de proyecto, de visión, de disfrute, de aprendizaje.
Me gusta que todo esto vaya en el camión de la mudanza. También me gusta que vayan cosas que no me gustan tanto…y que también me pertenecen.
Entre ellas, la impaciencia. Y con ellas, la paciencia.
La paciencia es importante para la vida y también es importante para la solidez de este Proyecto.
Para hablaros de ella, me gustaría compartir con vosotros una historia que me transmitió Miguel de la Fuente, muchas gracias.
Es muy conocida y seguro que la conocéis. En cualquier caso, me sirve para recordaros que esta bella profesión es para personas trovadoras, relatoras de historias, que comparten sus adanzas y duplican el porvenir:
No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: «¡Crece, maldita seas!»
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo trasforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable.
En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas, la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!
¿Tardó sólo seis semanas en crecer?
No. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años. Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan a crecer aquellos que trabajan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos, ni abandonemos por no «ver» el resultado que esperamos-, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando este al fin se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
La semilla de su Palabra puede parecer que ha caído en tierra infértil o rocosa.
¿Deberemos bajar los brazos cuando la semilla en realidad se está afianzando en esta tierra?”
El Proyecto de Solución a La Crisis Económica desarrollado por el Equipo «Multinivel Definitivo»… al igual que el Bambú Japones… está generando un Sólido Sistema de Raices que le permitirá sostener el Intenso Crecimiento que está a punto de experimentar…
El segundo número del Boletín «Marketing De Atracción 7.0» se titula «Crecimiento Visible e Invisible»… haciendo referencia al Crecimiento Real experimentado en el Origen invisible… desde donde fluyen las ideas… La Raiz desde la que Fluyen el Tronco y sus Ramas…
Y es ese Sistema de Raices el que te invito a conocer a través del primer número del Boletín «Marketing De Atracción 7.0″… donde además de las diferentes Raices que sostienen el Crecimiento del Proyecto de Solución a la Crisis… se explica la razón por la que «Marketing De Atracción 7.0» es una Bola de Nieve Diseñada Para CRECER
Súmate a este modelo de consumo colaborativo, un festín para el que os invito a no bajar los brazos, a sembrar con perseverancia la atracción…por unas relaciones honestas y libres…
Daniel Jiménez Calvo
Posdata: El «Sistema Boca & Boca» no llegó a crecer como el bambú… Y como se explica en la conclusión de S☼L-LUZ-I☼N-P☼SITIV@… el “Sistema Boca & Boca” del supermercado online Hiperdirect solo fue un proyecto más entre los miles que nacen y mueren… El Marketing En Red a través del cual muchas empresas comparten sus beneficios con sus clientes, sigue siendo una S☼L-LUZ-I☼N-P☼SITIV@ a la crisis económica y de CONCIENCIA de la humanidad